viernes, 17 de septiembre de 2010

MI FAMILIA

Mi familia somos mis dos hijitas y yo, somos una familia algo extraña ya que una de las miembros, mi hijita mayor, está lejos, sin embargo las tres somos muy unidas y siempre somos las tres en todo y para todo, incluso en nuestros planes, porque aunque ellas son pequeñas aún tenemos presente vivir un futuro juntas.

Evidentemente tengo el apoyo condicional de mi madre, y mi abuela, la ayuda de mis hermanos, pero básicamente yo opino que mi familia es la que yo he formado, por ello mi mundo, mi familia la componemos mis dos hijitas y yo.

Los valores familiares entre los miembros de mi familia entrañan afinidad de sentimientos, de afectos e intereses que se basan en el respeto mutuo entre nosotras.
Mi familia es una pequeña comunidad donde desde la infancia pretendo enseñar los valores y el adecuado uso de la libertad. Las relaciones personales y la estabilidad familiar son los fundamentos de la libertad de la seguridad, de la fraternidad que yo propongo.

• La alegría
La alegría es un valor que se siembra primeramente en el seno familiar. Es por eso que en mi núcleo familiar es donde se procura que los miembros se ayuden unos a otros en sus necesidades, en la superación de obstáculos y dificultades, así como el compartir los logros y éxitos de los demás.

En el fondo lo que fomento es dejar el egoísmo a un lado, buscando el bien y compartir con el otro. Cuando nos centramos en nuestras preocupaciones y no estamos dispuestos a ayudar a los que nos rodean somos egoístas. El egoísta no suele ser una persona alegre. Es en este darse a los demás miembros de la familia donde se obtiene la alegría.

La alegría no depende de las circunstancias o de las facilidades que puede presentar la vida y tampoco consiste en tener cosas. Este valor tiene su fundamento en lo profundo de la persona, no es sino la consecuencia de una vida equilibrada, de una coherencia entre lo que pensamos y lo que hacemos, el tener una mente y un cuerpo sanos.

• El respeto
El respeto hacia los demás miembros es otro de los valores que trato de fomentar dentro de mi familia, no sólo respeto a la persona misma, sino también a sus opiniones y sentimientos. Respeto hacia las cosas de lo que pensamos, respeto a la privacidad, respeto a sus decisiones, éstas, por supuesto, adecuadas a la edad de mis niñas. Justo están en la edad en la que aprenden que tanto él o ella como sus ideas y sentimientos merecen respeto y son valorados.

• La justicia
La justicia se fomenta en el seno de la familia al establecerse lo que corresponde a cada miembro de la misma. Para mí, la justicia consiste en dar a cada uno lo que les corresponde. Una persona que se esfuerza constantemente por respetar los derechos de los demás y le da a cada uno lo que debe, tiene la virtud de la justicia y lograr ello es algo muy muy importante dentro de una familia.

• La responsabilidad
La responsabilidad supone asumir las consecuencias de los propios actos, no solo ante uno mismo sino ante los demás. Para que una persona pueda ser responsable tiene que ser consciente de sus deberes y obligaciones, es por ello, de gran importancia que los hijos tengan sus responsabilidades y obligaciones muy claras. Por ejemplo, un niño debe tener claro que es su responsabilidad la calidad y el esfuerzo en sus estudios, que debe poner el mayor trabajo y empeño en esta actividad, en beneficio propio y en respuesta a la oportunidad que le brindan sus padres.

El desarrollo de la responsabilidad en los hijos es parte del proceso educativo, esto con vistas a la participación de los hijos en la vida familiar primero, y a la vida en sociedad después, de una manera responsable y autónoma.

• La lealtad
La lealtad surge cuando se reconocen y aceptan vínculos que nos unen a otros, de tal manera que se busca fortalecer y salvaguardar dichos vínculos así como los valores que representan. La aceptación y el reconocimiento de este vínculo no se centra hacia el futuro, como una posibilidad, sino que es una realidad actual que no podemos evitar. Este vínculo no pasa con el tiempo, es profundo, suele madurar y fortalecerse a la larga.

Es en la familia donde surgen y se fortalecen este tipo de vínculos, por ejemplo, un niño pequeño aprende a ser leal al esforzarse por ayudar a los demás, al procurar hacer todo lo que pueda para cumplir con lo que sus padres le dicen que es bueno. Se muestra lealtad entre los hermanos al apoyarse, defenderse y ayudarse ante las dificultades, ante la amenaza de personas o circunstancias ajenas a la familia.

Esto no supone ocultar o negar los males y deficiencias que en ella puedan existir, sino el proteger, reforzar y participar en la vivencia de los valores de la misma.

• La autoestima
La autoestima es uno de los valores fundamentales para el ser humano maduro, equilibrado y sano. Este valor tiene sus raíces y fundamentos en el núcleo familiar.

Se entiende por autoestima la visión más profunda que cada persona tiene de sí misma, influye de modo decisivo en las elecciones y en la toma de decisiones, en consecuencia conforma el tipo de vida, las actividades y los valores que elegimos.

Desde niños vamos construyendo el concepto de nosotros mismos de acuerdo a los mensajes recibidos de nuestros padres, hermanos, familiares, amigos y maestros. Es la suma de la autoconfianza, el sentimiento de nuestra valía personal y de nuestra capacidad. Ésta se basa en la variedad de pensamientos, sentimientos, experiencias y sensaciones que hemos ido acumulando a lo largo de nuestra vida, pero principalmente a lo largo de nuestra infancia y adolescencia.

Si queremos construir una personalidad fuerte y equilibrada, es de vital importancia que como padres haga sentir a mis hijas que son dignas de ser queridos con un amor incondicional, es decir, no condicionado a su comportamiento, calificaciones o actitudes.
Elevar la autoestima de mis hijitas es para mí de vital importancia, ya que contribuyo a que se desarrolle en ellas la convicción de que cada una es estimada y valorada, que es competente para enfrentarse a la vida con confianza y optimismo, y que es merecedora por tanto de la felicidad.

No hay comentarios:

Publicar un comentario